todo mal...
Se equivocaron los nombres.
Equivocaron la estrategia con respecto de la organización de partidos amistosos.
Equivocaron la elección de sus prioridades.
Se equivocaron cuando decidieron sostener contra viento y marea a un grupo de futbolistas cuyo rendimiento individual estaba a años luz de los buenos viejos tiempos.
Se hundieron, además, en su silencio.
Se encerraron entre cuatro paredes.
Jamás fueron capaces de aceptar que otras voces, desde otros ámbitos, les acercaran algún intento de solución.
"Si me hundo, me hundo solo", pensó cada uno, caiga quien caiga, sin advertir que los primeros en caer pueden ser ellos mismos.
Ellos, encabezando la lista de los caídos.
La dirigencia de Boca "cacarea" (con perdón de la metáfora) con no empezar el próximo campeonato.
Cuando bajan un cambio amenazan con impedir el ingreso de las cámaras de televisión de Canal 7, el canal estatal que arrebató los derechos en un audaz golpe de mano que contó con la jubilosa colaboración de la dirigencia del fútbol. Entonces el fútbol no será "para todos" sino para todos los que no sean hinchas de Boca.
Da la sensación de que se trata de pura cháchara.
Porque de algún lugar saldrá el dinero para calmar las ansiedades de Boca, Independiente y Vélez, los que más se quejan.
Basile y Bianchi consiguieron lo imposible: que Boca juegue por nada.
San Lorenzo, en palabras de su entrenador, produjo "lo mejor del campeonato durante ese primer tiempo".
Ni se despeinó San Lorenzo y le hizo precio.
Y ni siquiera fue necesario que el pobre Pato Abbondanzieri metiera la "pata mal", como ha acostumbrado a la afición.
River pide a gritos la llegada de nuevas autoridades para ver si alguien es capaz de devolver la esperanza.
San Lorenzo, Colón, Lanús y hasta el Rojo, luchan por un lugarcito en la Copa Libertadores del año próximo.
Caviar para los grandes. Caviar imposible para los "grandes".
Vélez y Estudiantes, especialmente el Pincha Corazón, están en otra cosa: lo han hecho medianamente bien durante los últimos siete o diez años. Por eso están donde están.
Hay otros que han quedado desnudos.
Pero la poética paga bien. Les van a organizar cenas de despedida por dejar al equipo penúltimo, luego de aflojarse en la instancia final.
Precisamente, la instancia final es la que comienza a costarle a Banfield.
Pero aunque duela caer en un partido clave y dejar el invicto a tres partidos del final (no en la última fecha como le pasó al "poeta" Angelito"), perder ante Racing puede que haya sido lo mejor para el equipo de Falcioni.
Tiene tiempo de recuperación.
Y todavía no sabemos si Newells descuenta o no esos puntos que, aún perdiendo, conserva el Taladro a su favor.
El campeonato está cada vez mejor y si la punta del iceberg que significó el escándalo Faraoni-Hay comienza a subir, no habrá ficción que supere a la realidad.
Se los puedo garantizar.